Básicamente la flaccidez es la pérdida de elasticidad y firmeza que genera una falta de consistencia de la piel.
Todo este proceso se produce en la dermis cutánea donde los fibroblastos, que son las células que producen la elastina y el colágeno, envejecen por múltiples causas como el sol, la edad, el tipo de alimentación, trastornos hormonales y un estilo de vida poco saludable.
Cuando hablamos de flaccidez es importante hacer un diagnostico diferencial para distinguir si la flaccidez es cutánea o muscular. Entonces hay que saber distinguir porque lo que parece fláccido puede ser hipotonía muscular.
Llevar una alimentación balanceada: una dieta rica en frutas, verduras, cereales y evitar las grasas, las azucares simples y cafeína.
Realizar actividad física regular: hay que tener una continuidad en la ejercitación del cuerpo, de esa manera nos aseguramos que la hipotonía muscular no va a acompañar a la flacidez cutánea.
Tener hábitos de vida sana: cumplir las horas de sueño necesarias.